La mujer obtiene el habeas corpus tras ser detenida por la Policía Nacional al supuestamente cometer un hurto en una gran superficie de Madrid.
Detenida por la Policía Nacional por un delito de hurto de un abrigo valorado en más de 1300 euros, la mujer de 58 años, fue conducida por los agentes hasta los calabozos de la comisaría. Se le leyeron sus derechos, se recogieron sus huellas dactilares y se comprobó que no tenía antecedentes por ningún delito en nuestro país.
La detenida se negó a declarar ante los funcionarios y se envió la diligencia de envío de cédula de citación para un juicio rápido por el hurto. A pesar estos procedimientos, la mujer siguió en los calabozos de Plaza Castilla. Varias horas después, su nuevo abogado, Juan Gonzalo Ospina de Ospina Abogados, presentó un Habeas Corpus al considerar que su estancia en la Comisaría podría ser una "detención ilegal" ya que se considera así si "dura más del tiempo establecido".
El letrado en su escrito esgrimió para utilizar esta figura jurídica que ya se había cerrado el atestado policial y su cliente estaba citada para el juicio rápido el día siguiente. "¿Por qué sigue detenida en la Comisaría de Policía?", se preguntaba en su reclamación.
La petición del Habeas Corpus es una herramienta jurídica que pueden usar los detenidos cuando consideran que no hay motivos para el arresto.
El Juzgado de Instrucción correspondiente de Madrid, tras recibir la solicitud del Habeas Corpus se puso en contacto con la Comisaría de la Policía Nacional. Los agentes dejaron en libertad a la mujer que tenía pocas horas después la citación para el juicio rápido.