Al ex-administrador de varias sociedades se le acusaba un delito de alzamiento de bienes, por la supuesta apropiación de varios vehículos industriales antes de declararse el concurso de una de sus empresas, pidiendo para él, una pena de prisión de 3 años.
El acusado, representado por Juan Gonzalo Ospina Serrano, quedó en libertad tras demostrar su defensa, que los vehículos que se le pedían no figuraban en el inventario de la masa concursal.