Los Iberian Lawyer 2024 señalan a los abogados penalistas en Madrid, España y Portugal menores de 40 años en una gala que completó el aforo.
A la cita no faltan las caras más reconocidas de la profesión, ni los despachos más afamados hasta llenar por completo un aforo superior a 400 invitados que se acreditan con mucha conversación y ambiente de compañerismo, pero donde los nervios son visibles para conocer a los ganadores de esta edición que destaca a los mejores despachos de abogados de España y Portugal.
Mejores abogados penalistas de Madrid en delitos económicos: Ospina abogados
La mejor práctica penal en delitos de cuello blanco (o guante blanco como también se conoce) es el galardón obtenido por la boutique penal Ospina Abogados, recogiendo el premio Juan Gonzalo Ospina y Beatriz Uriarte, ambos socios del despacho, junto con parte de la plantilla del despacho.
Entre los motivos esgrimidos por la organización para este prestigioso reconocimiento se destacó ser “muy apreciado por los clientes”, que pueden contar con su “amplia experiencia y competitividad”. Pero fundamental es que durante los últimos doce meses “coordinó diversos casos destacados por su complejidad y valores”, en referencia al amplio abanico de casos de éxito gestionados por los abogados penalistas de Madrid.
Entre los casos a los que se refiere el prestigioso jurado de los Iberian Lawyer compuesto por medio centenar de representantes de empresas con presencia en España y Portugal, podemos citar algunas de sus apariciones en prensa nacional e internacional, destacando el archivo de la denuncia contra un extrabajador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), a quién un compañero lo denunció por acceder, supuestamente, con sus claves a los servidores del organismo público y a ficheros reservados que presuntamente manipuló. Antes de interponer la denuncia, acusó internamente a su compañero de haberle sustraído las credenciales para alterar ficheros de la CNMC. Por lo que el organismo público despidió al trabajador. El despacho penalista presentó un detallado escrito en el que defendía la “inexistencia de indicios de criminalidad” en las actuaciones de su cliente, y así lo entendió el Juzgado también.