Tras finalizar su relación laboral en diciembre de 2015, tras un despido improcedente en el marco de un supuesto caso de acoso laboral, por el cual, el investigado fue denunciado por una compañera con la que guardaba una relación de enemistad manifiesta, una auditoría interna desveló que se habían estado produciendo reembolsos injustificados a distintas cuentas por una cantidad aproximada de 19.000€.
Sin embargo, la defensa del investigado ejercida por el abogado penalista experto en estafas y socio del despacho Ospina Abogados, Juan Gonzalo Ospina, sostuvo desde el primer momento la inocencia de su cliente en base a varias irregularidades en las pruebas presentadas por la acusación.