La mujer denunció ante la policía lo ocurrido, pero el juez da por archivada la denuncia.
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La investigación ha concluido y el juez da por archivada la denuncia en un auto dictado en el mes de junio. La defensa del directivo, ejercida por Beatriz Uriarte, del despacho de Ospina Abogados, aportó varias pruebas que, según el magistrado descartan que "los hechos denunciados puedan subsumirse en un delito de agresión sexual".
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Las pruebas en las que se basa el juez para dictar el auto de archivo fueron mensajes y audios de whatsapp que se cruzaron el jefe y su empleada antes del incidente y una grabación de vídeo realizada por una cámara de seguridad del aparcamiento donde ocurrió todo.
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Archivada la denuncia de un "episodio surrealista"
La empleada denunció ante la policía que aquello le pareció un episodio "surrealista" porque ella nunca pensó que "fuera en serio lo de darme unos azotes". En la denuncia afirmó que después del incidente le dijo a su jefe: "Tú sabes que esto que acabas de hacer es acoso laboral y te puedo denunciar".
Sin embargo los mensajes permiten reconstruir lo que ocurrió entre jefe y empleada los días anteriores. Ambos fijan una cita para el 7 de febrero. Quedan a la una de la tarde en un aparcamiento en Alcalá de Henares. El jefe le anuncia por whatsapp a su empleada que, cuando se vean, va a darle "30 capones y 7 azotes", así como se intercambian mensajes y audios donde le anuncia esclavitud.