El desarrollo comercial de un despacho de abogados depende en buena medida de su reputación y del ‘boca a oreja’, pero también de su presencia digital. Internet se ha convertido hoy por hoy en el principal canal al que acuden las personas para buscar asesoramiento legal. Y dentro de lo competitivo que resulta este entorno, determinadas plataformas permiten llegar a potenciales clientes de forma más o menos efectiva.
«El abogado gestor tiene que captar negocio, pero también buscar ese equilibrio de no perder la coordinación constante de sus expedientes, y aquellos abogados que no lo hacen terminan desvirtuando la esencia de la abogacía». En el caso de Ospina Abogados este equilibrio está entre la prestación de unos servicios «hiperespecializados» y una presencia controlada en medios de comunicación. Ello en plena etapa de crecimiento que sitúa a la firma ante el reto de «mejorar y diversificar la comunicación de las distintas áreas que se recogen en el derecho penal».