El fiscal rechaza el archivo de la causa, mientras el juez aún no ha tomado declaración a los nueve imputados y una defensa se querella contra los agentes.
Termina en los juzgados la causa judicial abierta por la fiesta ilegal celebrada la madrugada del 21 de marzo en un piso en Lagasca por la que la policía echó la puerta abajo sin autorización judicial.
La fiscalía se mostraba contraria ya en dos ocasiones a archivarla como habían pedido las defensas de los arrestados alegando que la patada en la puerta de los agentes había vulnerado el derecho fundamental a la inviolabilidad del domicilio.
Aquella intervención policial generó una enorme polémica tras difundirse en redes sociales.
Los agentes añadían en el informe que no solicitaron la orden judicial de entrada por la “necesidad urgente” de poner fin a la fiesta.
Juan Gonzalo Ospina, ha interpuesto una querella en nombre de uno de los imputados.