A raíz de una serie de discusiones que desembocaron en un proceso de separación, en febrero de 2017, la pareja del investigado, ambos residentes hasta la fecha en Bristol (Reino Unido), aprovechó las vacaciones del padre con el menor de 8 años en España para iniciar en Inglaterra un proceso por lo civil de jurisdicción voluntaria para la entrega del niño.
Durante la vista celebrado a finales de 2019 en el juzgado Central de Instrucción nº 3 de Madrid, el investigado, defendido por el penalista experto en procedimientos de penal internacional, Juan Gonzalo Ospina, de Ospina Abogados, fue puesto en libertad sin cargos por un delito sustracción de menores.
Ospina, presentó varias pruebas acreditando que “las distintas salidas del padre junto al hijo estaban pactadas entre los cónyuges y que la madre era conocedora en todo momento de la localización del menor, por lo que los hechos no pueden ser constitutivos de ningún delito por sustracción de menores”, solicitando el archivo del procedimiento.