A principios de febrero, la Policía de Usera recibió la llamada de una mujer denunciando que había sido golpeada por su pareja tras una discusión, iniciando el protocolo policial ante procedimientos por malos tratos. A los pocos minutos, una patrulla se personó su domicilio con el fin de tomar declaraciones a la denunciante y al investigado.
La defensa del investigado ejercida por el socio de Ospina Abogados, Juan Gonzalo Ospina, presentó durante el juicio rápido celebrado al día siguiente, el informe médico forense de la presunta agresión, determinando que las heridas y contusiones de la mujer habían sido producidas por un golpe con un objeto contundente y no por un puñetazo, ratificando la versión del investigado y de su pareja, cuya declaración testifical terminó dando por válida la versión de los hechos sostenida en todo momento por la defensa.