La crisis generalizada por el Covid-19 ha provocado que el trabajo de ciertos sectores considerados como esenciales, como el ámbito de la justicia española, vean paralizada su labor debido al cierre generalizado de los juzgados, salvo algunas excepciones.
A pesar de la función que cumplen los profesionales jurídicos aun en tiempos de crisis generalizada, garantizando el derecho a la defensa, los profesionales de ciertas ramas del derecho, como los penalistas, comparten una misma visión sobre la mala gestión que se está realizando en el ámbito de la justicia.
El cierre de los juzgados
Las medidas acordadas por el gobierno mediante Real Decreto han provocado el cierre de la mayoría de juzgados españoles, lo que desembocará, inevitablemente, en un aluvión de expedientes en cuanto estos vuelvan a abrir sus puertas y puedan volver a iniciar procedimientos penales. Los abogados expertos en ciberestafas o delitos en redes sociales advierten de un aumento de estos tipos penales y el hecho de no poder iniciar inmediatamente estos procedimientos ante un juez puede ocasionar un perjuicio en la víctima.
Prohibición publicitaria
El Código Deontológico de la Abogacía recoge la imposibilidad para un abogado de realizar publicidad en tiempos de crisis o catástrofe, impidiendo de esta forma, llegar a posibles víctimas o familiares que potencialmente podrían requerir de sus servicios. Con varias sanciones abiertas a distintos despachos de abogados en lo que llevamos de estado de alarma, estas medidas han sido cuestionadas dentro del sector.
Sobre estas y otras cuestiones han comentado el periodista David Enguita y el abogado penalista Juan Gonzalo Ospina en la última entrevista realizada para el programa en Youtube "Entre la Gente".
Enlace a Youtube
El penalista aclaró en dicha entrevista que “la justicia se encuentra completamente detenida en el país ahora mismo, y eso supone inconvenientes tanto para los especialistas en la materia, como para las personas que requieren de la ayuda de un abogado para concluir conflictos que mantienen hace tiempo, o que aún están en ciernes.”
Ospina explicó en la conversación que uno de los principales retos que afronta el derecho ahora mismo es “la censura publicitaria de los abogados a la que se enfrentan con motivo del covid-19, medida que fuera tomada para evitar que algunos saquen provecho de la desesperación de la gente.”
Sin embargo, estas y otras medidas pueden llegar a afectar directamente a los propios clientes, quienes han visto en la gran mayoría de casos, cortados los vínculos habituales con sus defensores y sus procedimientos, lo que demuestra que la normativa vigente no es perfecta y que el teletrabajo requiere de ciertas facilidades que no se están otorgando.
Mientras el viejo axioma indica que durante las crisis se generan conflictos de todo tipo, los abogados que se han preparado para mediar en estas situaciones se ven imposibilitados de actuar, olvidando que tarde o temprano tendrán que ser parte activa de la resolución de estas disputas.