En el caso de estar ante una actuación delictiva, el tipo penal exige que la resistencia o la desobediencia empleada debe ser grave, y la jurisprudencia ha establecido que revestirán de gravedad los hechos cuando; la resistencia o la desobediencia se presente frente a una orden terminante, directa y expresa; haya negativa u oposición hacia su cumplimiento; el incumplimiento sea de gravedad; y siempre y cuando aquel al que iba dirigida la orden haya podido tener conocimiento de esta.
Asimismo, el precepto penal nos aclara que la desobediencia debe cometerse contra la autoridad cuando esta se halle en el ejercicio de las funciones de sus cargos o con ocasión de ellas.
En caso de que se cumplan estos requisitos, las sanciones variarán entre penas de prisión de tres meses a un año o pena de multa de seis a dieciocho meses.
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